Pedro Juan Martín Castejón
Cátedra Empresa Familiar. Profesor Departamento de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de Murcia
La Opinión - Encuentros diciembre 2012
Los conflictos en la empresa familiar surgen mayoritariamente del choque de los valores familiares con los principios de gestión de la organización. Este híbrido compuesto por los sistemas de propiedad, control y familia presenta fricciones derivadas de la interacción de los anteriores, surgiendo así una problemática reflejada en diversas fuentes enumeradas a continuación:- El reparto de dividendos, se da prioridad a la reinversión de los beneficios frente a la bonificación de la propiedad por miedo al endeudamiento. Este tipo de decisión genera conflictos con los accionistas activos, que son los que ocupan un puesto de alto directivo, tienen un buen salario y no son partidarios del reparto de beneficios; y los accionistas pasivos, que son aquellos que no trabajan en la empresa y ante la negación del reparto podrían optar por vender sus aportaciones.
- Las relaciones internas, se refieren al trato de las relaciones con parientes políticos, diferencias entre los empleados familiares y no familiares o la situación de la mujer en la empresa familiar. En cuanto a los parientes políticos, estos pueden ser una gran fuente de conflictos, en tanto en cuanto, no se les instruya en los valores y cultura familiar.
- Las situaciones de nepotismo, esto sucede cuando se dan puestos de trabajo a miembros de la familia por el simple hecho de ser de la familia, sin tener en cuenta su formación o habilidades. Este tema genera mucha tensión con el resto de miembros directos no familiares y que ven su trabajo menoscabado produciendo desmotivación y desconfianza.
- Sueldos y remuneraciones, existe la práctica extendida de otorgar sueldos por encima de lo que dictamina el mercado a empleados familiares o, por otra parte, el otorgamiento de los llamados “dividendos encubiertos”, materializados en dietas, coches de empresa, etc. Esta situación puede generar situaciones de conflicto entre empleados no familiares o accionistas pasivos por no utilizar criterios objetivos y transparentes con respecto a las remuneraciones.
- La fuga de accionistas, cuando uno de los miembros de la familia quiere abandonar el negocio y decide vender sus acciones. Este tipo de casos provoca situaciones muy complicadas en el seno de la empresa. Existe divergencia entre la reticencia de la empresa familiar a que entre capital ajeno a la familia y la libertad del accionista a vender sus acciones al mejor precio.
- La sucesión familiar o relevo generacional, se trata del conflicto por excelencia, y hace referencia al proceso por el cual el fundador cede el testigo a las nuevas generaciones al finalizar su ciclo en la empresa. El fundador es el que levanta la empresa desde cero, una vez llegada la edad de jubilación y les cuesta abandonar sus responsabilidades en la empresa. Cuando se ha realizado la primera sucesión en la empresa, nos encontramos con un grupo de hermanos accionistas. Aquí, ya aparecen situaciones que no se daban en la etapa anterior, aparecen intereses y necesidades que no siempre coinciden. Sin embargo, al tratarse de hermanos que han crecido juntos y existir capacidad de comunicación, suele haber consenso en la toma de decisiones. Cuando la empresa se encuentra en la tercera generación, consorcio de primos, suele haber múltiples accionistas familiares, los cuales, al pertenecer a núcleos familiares distintos, se conocen menos entre ellos y por tanto hay menor capacidad de entendimiento, de comunicación y de confianza que en la etapa anterior, generando todo tipo de posibles conflictos.