Colaboraciones medios

 

Antonia Madrid
Profesora Departamento Economía Financiera y Contabilidad (UPCT). Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum .
La Opinión - Encuentros 6 agosto 2017

Perdurar con éxito en el tiempo es uno de los principales objetivos de toda empresa, siendo aún éste más importante en las empresas familiares. La longevidad depende en gran parte de la capacidad de emprender de la familia empresaria, generación tras generación. Esta capacidad permite que la empresa familiar desarrolle valores, y genere recursos y capacidades en los miembros de la familia que permitan desarrollar nuevas ideas de negocio, nuevos productos que creen valor social y financiero llegando a tener una ventaja competitiva sostenible en el tiempo.

La empresa familiar tiende a buscar un equilibrio entre tradición y riesgo, siendo fundamental gestionar activamente su orientación emprendedora con el fin de adaptarse a las condiciones externas y familiares. De ahí que la empresa familiar deba promover y gestionar los cincos pilares de la orientación emprendedora: a) la autonomía interna y externa, fomentando la libertad de los individuos y los equipos, y la independencia financiera; b) la innovación tanto en procesos y estructuras, como en productos y servicios; c) la toma de riesgo tanto empresarial como de propiedad y control, gestionando el riesgo de las decisiones operativas, riesgos ligados a la inversión de los activos en nuevas ideas y el riesgo de pérdida de control de la empresa en términos de propiedad accionarial; d) la proactividad en cuanto a la propensión a explotar/explorar oportunidades de negocio antes que los competidores y e) la dinámica competitiva, entendida como la tendencia a desafiar a la competencia.

En este cometido, el capital social de la empresa familiar juega un papel primordial. Así, el prestigio y la reputación de la familia y la empresa, las redes promovidas por los fundadores y gestores del pasado, la pertenencia a redes empresariales, grupos o industrias, son claros ejemplos de factores que permiten que la empresa familiar tenga acceso a más recursos, recursos más diversos e información clave, que les lleva a actuaciones emprendedoras. Además, las buenas relaciones dentro de la compañía son un ejemplo de capital social que funciona como vínculo para permitir que la empresa familiar se nutra de ideas a partir de los empleados y dueños comprometidos y motivados, fomentando una autonomía interna de calidad.

Una pregunta clave es ¿cómo fomentar una orientación emprendedora en la empresa familiar? En el contexto actual de alto dinamismo y hostilidad del entorno, es necesario encontrar la fórmula que permita y promueva la orientación emprendedora en la empresa familiar. Algunas empresas apuestan por lo que se conoce como el portafolio de emprendimiento familiar. Este portafolio se basa en la cultura del aprendizaje, el liderazgo transgeneracional, ángeles inversionistas familiares y la profesionalización. Así, la siguiente generación plantea y escribe un plan de inicio a los patriarcas sobre una idea de negocio que no compite con el objetivo principal de la empresa familiar. Si tras ese capital inicial se comprueba la idoneidad del negocio, la empresa familiar concede un préstamo de mayor cuantía para que la siguiente generación desarrolle la iniciativa. El éxito de la siguiente generación siguiendo este esquema demuestra que es una generación competente y preparada, siendo evidente no sólo para los miembros de la familia sino también para el resto de trabajadores.

 


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