Colaboraciones medios

 

Carolina López Nicolás

Cátedra Empresa Familiar. Profesor Departamento de Organización de Empresas y Finanzas de la Universidad de Murcia

La Opinión - Encuentros febrero 2014

La incorporación de la mujer al mundo laboral es una realidad aunque también lo es que la mujer sufre más presiones que el hombre por la doble carga de trabajadora/directiva y madre/esposa. Muchas mujeres cualificadas quedan fuera del mercado de trabajo lo que representa una pérdida de talento extraordinaria, lo que supone una clara fuente de ineficiencia en términos económicos y sociales.

En términos generales, la presencia femenina en la dirección de empresas alcanza en nuestro país el 35% de los puestos directivos, cifra todavía lejana a la masculina. Sin embargo, la persistente crisis económica actual permite cambiar esta realidad y abre nuevas posibilidades para las mujeres directivas. Investigaciones recientes defienden que el fenómeno “think manager, thinkmale” debe cambiarse por “thinkcrisis, thinkfemale” y concluyen que en épocas de recesión las mujeres son directivos ideales, no solo porque puedan mejorar la situación, sino porque saben tratar y dirigir mejor a equipos de personas y porque pueden asumir la responsabilidad de un fracaso empresarial. Esto hace que las mujeres tengan capacidades suficientes para dirigir empresas, especialmente en momentos difíciles como los actuales.

Las mujeres también desempeñan un papel fundamental en las empresas familiares, tanto si participan activamente en su funcionamiento (trabajando o dirigiendo la compañía) como si no. Aunque no se involucren de manera explícita, las mujeres impregnan las relaciones familiares mediando en conflictos, actuando de “pegamento familiar”, apoyando la motivación del emprendedor y las decisiones relacionadas con el negocio. De forma más activa, las mujeres pueden participar en la empresa familiar con o sin reconocimiento a su contribución en términos de puestos o salarios. Las crisis, de salud o económicas, aumentan la probabilidad de que las familias consideren la idea de incorporar a las hijas a la empresa. Muchas veces la entrada de la mujer en la empresa familiar se debe a factores externos como la muerte repentina del fundador o la necesidad puntual de mano de obra. Hay numerosas ventajas para las mujeres en las empresas familiares que incluyen el horario flexible, el acceso a puestos tradicionalmente ocupados por hombres, la seguridad en el empleo, desafíos profesionales y oportunidades para el crecimiento personal.

Según un estudio reciente realizado por la Cátedra de Empresa Familiar MareNostrum, la presencia de las mujeres en el cargo de gerente en las empresas familiares alcanza el 8,9%. Aunque todavía es una cifra pequeña supone, no obstante, un escenario esperanzador para la progresiva incorporación femenina al mundo directivo. El mismo estudio constata además una mayor presencia de mujeres directivas en las empresas familiares del sector servicios y empresas en segunda generación. Las empresas familiares han sido creadas mayoritariamente por hombres, la vocación de permanencia y el aunar en la figura del fundador el gobierno de la empresa y la familia son determinantes para consolidar la empresa. Sin embargo, el cambio generacional y las crisis económicas traen consigo importantes cambios en la empresa familiar que promueven la presencia femenina. En definitiva, y dada la gran relevancia de las empresas familiares en nuestra región y en otras economías, todos los agentes económicos y sociales implicados deben ser conscientes de las tendencias actuales para aprovecharlas de la mejor manera posible.

 


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