Colaboraciones medios

 

 Pedro Juan Martín Castejón
Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum. Departamento de Comercialización e Investigación de Mercados, Universidad de Murcia
La Opinión - 11 septiembre 2020

Para salir adelante de la actual crisis, provocada por el Covid19, es obvio que se van a necesitar nuevas habilidades organizacionales en el mundo de los negocios. Sin duda alguna, la resiliencia organizacional es una de las más importantes, ya que representa la capacidad de la organización para anticiparse, responder y adaptarse a los cambios. Sabiendo asumir que los planes no siempre van a salir tal como fueron diseñados y que, por lo tanto, podemos fracasar en alguno de ellos.

También es evidente que la situación actual está ejerciendo una fuerte presión sobre las empresas, provocando que se cometan muchos errores e incluso llevando algunas de ellas al cierre definitivo de la actividad económica. En este escenario tan difícil la mayoría de las empresas familiares, han sabido actuar con mayor resiliencia organizacional que las empresas no familiares. Principalmente debido a que tienen una marcada orientación a largo plazo, lo que favorece que en tiempos de crisis obtengan mejores resultados en el desempeño su actividad empresarial, pues prefieren no usar los excesos de ingresos obtenidos durante los buenos tiempos económicos con el fin de aumentar sus posibilidades de supervivencia durante los malos tiempos. Además, evitan tener deudas, ya que perciben el endeudamiento como una debilidad que le impide realizar maniobras en momentos críticos, algo que en épocas de crisis es una ventaja frente a otro tipo de organizaciones. También son más prudentes que otro tipo de empresas, tanto en los buenos como en los malos tiempos, debido a que las empresas familiares están muy concienciadas que el dinero de la empresa es el dinero de la familia, y, en consecuencia, se esfuerzan por no especular con los ingresos y tener muy bien controlados los gastos, ya que aplican esa sencilla formula económica de no gastar por encima de lo que se gana. Asimismo, respecto a sus trabajadores, saben retener mejor el talento sin necesidad de recurrir al incentivo económico, ya que se enfocan en crear una cultura de compromiso y un clima laboral agradable, evitando los despidos en los tiempos de crisis, en la medida de lo posible. Todas estas cualidades de la empresa familiar hacen que tengan una mayor resiliencia organizacional que el resto de las organizaciones.

También esta crisis, tanto la sanitaria como la económica, presenta una oportunidad para que las empresas familiares piensen estratégicamente cómo seguir ganando resiliencia, sabiendo aprovechar todos sus recursos de la forma más eficiente. Esta actitud de seguir generando resiliencia es crucial para que la empresa no solo sobreviva, sino que incluso prospere, independientemente de lo que el futuro le pueda traer. Para ello se requiere: en primer lugar, ver qué factores claves de la organización rinden relativamente bien o relativamente mal; en segundo lugar, analizar qué factores tienen más impacto en el negocio, y cuáles menos; en tercer lugar, analizar y evaluar los recursos que tiene la organización, tanto los tangibles como los intangibles. Además, ahora es el mejor momento de saber escuchar a las personas que hay dentro de la organización, pues para desarrollar la resiliencia organizacional se requiere conocer y valorar múltiples perspectivas, no solo las de los jefes de departamentos y puestos directivos, sino las de todos los empleados. Para a partir de aquí tomar las decisiones estratégicas oportunas que garanticen la continuidad de negocio y el compromiso con la sociedad, factores claves del éxito en las empresas familiares.

 


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