Colaboraciones medios

 

 Angel Olaz Capitán

Departamento de Sociología y Política Social. Miembro de la Cátedra de Empresa Familiar

icon La Opinión - Encuentros mayo 2009 

No va a descubrirse nada nuevo cuando, en el actual escenario socioeconómico, pueden advertirse claros síntomas del deterioro por el que transita nuestra economía, con especial atención a las dificultades que la empresa familiar debe encarar en el corto plazo.

En este sentido y con motivo de la reciente difusión de resultados que la Cátedra de la Empresa Familiar ha presentado, en colaboración con AMEFMUR y bajo el patrocinio de la Consejería de Universidades, Empresa e Investigación y el Instituto de Fomento de la Región de Murcia, varios son los aspectos que se mencionan como elementos clave que inciden en la competitividad de la empresa familiar murciana.

Según los principales datos recogidos en este estudio (http://cef.um.es), en un escala sobre 10, se destacan los siguientes: servicio al cliente (7.0), apuesta por la calidad (6.8), gestión de precios (6.7) y control de costes (6.7), […] sin olvidar otros de menor peso como el tamaño de la empresa (4.3) y los estilos de dirección (4.1). Un conjunto de aspectos que, a tenor de las informaciones disponibles, pueden condicionar y, en algún caso, determinar la competitividad de la empresa familiar murciana y muy posiblemente también, las de otras organizaciones del mismo ámbito más allá de nuestro espectro regional.

Ahora bien, si importante es identificar los aspectos claves para el éxito de la competitividad, no lo es menos - todo al contrario - emprender acciones orientadas a su activación, en un entorno competitivo y cambiante, donde la renovación y mayores dosis de flexibilidad son vitales.

Tradicionalmente se ha comentado que era “el pez grande el que se comía al chico”, sin embargo, en la actual situación, sería más propio señalar que es el pez rápido (independientemente del tamaño) el que tiene más probabilidades de adelantar al más lento, en un río de estrecho caudal pero torrencial por lo que arrastra. Por todo ello y frente a situaciones como las que se constatan y, sobre todo, se vislumbran, pensar globalmente y actuar localmente se convierte en un punto de partida para consolidar las fortalezas y disminuir - siempre en la medida de lo posible – las debilidades, ya que potencia sin control no sirve de nada.

En suma, un escenario sometido a las innegables fuerzas del mercado, dónde un reconocimiento del terreno, junto a la adquisición, estimulación y desarrollo de los conocimientos, capacidades y habilidades, tanto del empresariado como de su equipo de colaboradores, y buenas dosis de entusiasmo y creatividad, pueden transformar las innegables amenazas en oportunidades para alcanzar la competitividad esperada.

 


Colaboradores

                 

 

Menu