Carolina López Nicolás
Cátedra Empresa Familiar Mare Nostrum. Profesor Departamento de Organización de Empresas y Finanzas de la Universidad de Murcia
La Opinión - Encuentros 6 noviembre 2016
Las empresas familiares han existido desde épocas antiguas. Durante el feudalismo, los negocios europeos eran artesanales, realizaban actividades y tareas de manera manual y tenían estructura familiar. Estas características se podían apreciar prácticamente en todos los países del continente. Incluso hoy es posible encontrar ejemplos de empresas actuales que presentan las mismas peculiaridades que los negocios de la época feudal. Sin embargo, sus características y modelos de negocio han ido cambiando con el tiempo. La propuesta de valor de las empresas familiares europeas ha evolucionado generando importantes diferencias entre países.
El proyecto ENVISION, financiado por la Unión Europea y representado en España por tres profesores de la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum de la Universidad de Murcia (www.envisionproject.eu) , ha entrevistado a más de 60 empresas europeas sobre modelos de negocio e innovación. La mayoría de estas compañías son empresas familiares. Comparando las respuestas dadas por los directivos en distintos países, podemos observar que las empresas familiares de la Región de Murcia tienen características y modelos de negocio muy distintos a los que presentan las empresas familiares de Finlandia, Holanda o Lituania. Las compañías familiares murcianas persiguen objetivos económicos y especialmente no económicos, como la continuidad y conservación del patrimonio heredado, no suelen incorporar directivos ajenos a la familia en la dirección general y sus innovaciones suelen ser incrementales y no tecnológicas. Estas características se pueden observar en la mayoría de las empresas familiares españolas. Por el contrario, en países como Holanda o Finlandia las empresas familiares apenas persiguen objetivos no económicos, suelen hacer innovaciones basadas en la tecnología que afectan a varios componentes de sus modelos de negocio, y presentan menos elementos característicos de las empresas familiares.
Dicho de otra forma, las empresas familiares extranjeras parecen menos familiares que las españolas. Esto es muy relevante pues indica que nuestras empresas familiares actuales conservan las tradiciones, persiguen objetivos económicos a la vez que objetivos familiares, y son socialmente más responsables con la comunidad en la que están. Y todo esto sin descuidar la innovación en sus modelos de negocio, tan importante en los tiempos actuales como motor de supervivencia y crecimiento. De ahí, la transcendencia y relevancia que el tejido empresarial familiar tiene y debe seguir teniendo en nuestro país y, particularmente, en nuestra Región.<